Café, bombones y chismes...[Ari y Bian]

"Nos vemos en tu descanso " rezaba el mensaje de texto que Ari me había enviado. Deslicé la parte delantera del artefacto hacia abajo y lo guardé en el bolsillo trasero de mis jeans. El local no estaba abarrotado de gente, pero si habían bastantes clientes, asique tenía unos pocos minutos entre consumidores, para enviarle mensajes a mi mejor amiga. Me preguntaba que querría decirme Ari, es decir, me encantaba estar con ella, aunque sea sin hablar, pero no me avisaba cuando iba a aparecer, simplemente llegaba. Pero si anunciaba tanto que iba a visitarme a mi trabajo, era porque quería hablar de algo importante conmigo.

-Hm..disculpa, ¿Me das más servilletas?- me preguntó una señora, sacándome de mis pensamientos, y haciendo que reaccionara bruscamente.

Le di lo que me pedía y sonreí. Mi trabajo no era el peor de todos, aunque me daba lástima que en ese momento podría estar estudiando, pero eso era lo de menos, era bueno tener descuento en café y los ricos postres que proveía Danessie's.

Le había mandado un mensaje de texto a Bianca acercarme a su trabajo y hablar un rato con ella; era mi mejor amiga y desde que decidió pasar sus vacaciones, responsablemente trabajando para ganarse dinero para el próximo año a parte de la beca por sus buenas notas con la que ya contaba, a penas nos habíamos visto. Así que pensé que aquella tarde del martes en su descanso sería perfecta.

Salí del hotel por imposible que parezca quince minutos antes de la hora del descanso de mi amiga y llegué cinco minutos antes de la hora en la que habíamos quedado, era casi un milagro para mí, ya que la mayoría de las veces llegaba tarde y siempre todos empezaban a quejarse. Llegué al DANESSIE'S y saludé por el cristal a mi amiga, para luego entrar en el local y acercarme a la barra donde ella estaba.
-Esta vez he sido muy puntual, ¿no crees?
Dije sonriendo ampliamente.

Llevé una bandeja cargada de tazas y platos sucios a una barra, donde otra mesera los tomó y llevó a la cocina para ser lavados. Revisé mi reloj y suspiré aliviada al saber que me quedaban cinco minutos para el descanso. A través del cristal de la vidriera me encontré con la mirada de Ari, que me saludó enérgicamente, y que al instante tuve enfrente.

-A decir verdad, sí...¿Una apuesta o simplemente no aguantabas a verme?- bromeé a la vez que rodaba los ojos y anotaba en un papel un pedido y el número de la mesa, que luego pasé al chico que preparaba las bebidas. -Ven, siéntate en la mesa cinco.- le dije señalando unos sillones bajos junto a una mesa ratona libres.

Solté unas risitas falsas "ja, ja, Ja" cuando Bianca me comentó si me había llegado temprano por alguna apuesta o simplemente no aguantaba al verla, después de las risas le di con un par de servilletas que encontré en el mostrador en la cabeza, obviamente de broma.
-Muy graciosa Bianca! No es nada de eso!
Dije riendo de nuevo y escuchando lo que me indicaba, que me sentara en la mesa cinco, donde había unos sillones junto a una mesa ratona libre.
-Vale! Pero no tardes!
Dije sonriente y me dirigí hacía la mesa número cinco, donde me acomode y saqué el móvil para entretenerme mientras mi amiga terminaba su turno. Sopesaba la idea de si contarle o no lo que había pasado.. lo cual recordé y se me dibujo una sonrisa en la cara.