Chocolate caliente (Mina)

Aquella tarde no había quedado con el grupo, cada uno iba a ir por su cuenta a dar una vuelta por el pueblo a su rollo. Así que decidí irme a la piscina un rato después de comer para sentarme tranquilamente en una de las hamacas, después de un rato Mina me llamó comentándome si me apetecía ir a la chocolatería del pueblo, uno de nuestros sitios favoritos, así que accedí. Solo pase por mi habitación para cambiarme, aunque me puse algo cómodo, unos shorts y una camiseta.
Decidí ir dando una vuelta en vez de coger el bus circular que tardaría aun más, aunque ya suponía que Mina se quejaría porque yo llegaría tarde y ella ya llevaba 5 minutos allí.
El pueblo parecía tranquilo, eran a penas las 5 y media de la tarde y el calor era el protagonista de la tarde, adelanté el paso y llegué al fin a la Chocolaterie, note el cambio de temperatura de inmediato, lo que agradecí notablemente, gire mi rostro y encontré a Mina en la mesa que solíamos ponernos siempre, me acerqué y le sonreí, aunque no esperaba que con eso me escapara de su comentario a mi retaso.
-Holaa Mina, ¿que tal tu tarde?
Comenté mientras me sentaba en frente suya y dejaba el bolso en la silla contigua.

Dos de la tarde y yo aún seguía en la cama. La noche anterior había sido de las típicas noches que consideras inolvidables mientras las vives pero que eres incapaz de recordar a la mañana siguiente, a excepción de algunos flashbacks que venían a mi cabeza aleatoriamente. En el exterior soplaba el viento, pues el barco se balanceaba sobre el agua, haciendo que mi estado de resaca se agravase. Me froté los ojos y me levanté, me puse unos shorts, me cambié la camiseta y metí el móvil en el bolsillo del pantalón.

Cuando llegué a la pequeña cocina del barco vi una nota de Jake. Había salido. Cogí las llaves y salí de allí, aunque no sabía ni a donde iba. Los árboles se mecían con la brisa húmeda que soplaba junto al lago, y mi pelo no dejaba de revolverse por ello. Qué bien... menos mal que no me había peinado, pues de ser así, no me habría hecho demasiada gracia. Las RayBan Aviator ocultaban mis ojos, ojerosos tras una larga noche de fiesta. Cuando llegué al pueblo lo encontré algo vacío... qué delicados, en cuanto hacía un poco de calor ya se recluían en sus casas frente al aire acondicionado, pero afortunadamente yo no era así. No ea para nada calurosa, y eso me daba la oportunidad de disfrutar de una tranquila tarde por Abbotsford, pese a que el sol pegaba de lleno sobre mi tez clara, haciendo que unas pequitas se dibujasen en mis mejillas... a veces las odiaba.

A lo lejos vi el toldo marrón de La Chocolaterie dando sombra sobre la puerta de entada, haciendo el local de lo más llamativo. No solía gustarme el chocolate cuando hacía calor, pero la chocolatería de Abbotsford era una excepción. Saqué el móvil del bolsillo mientras entraba y llamé a Arianne, diciéndole que la esperaba dentro, pero como de costumbre, se retrasaba. Llevaba ya cerca de veinte minutos esperándola, pero yo seguía sentada sola en la mesa en la que solíamos quedar, tomando un helado de chocolate con stracciatella. Cuando al fin llegó, la miré con el ceño fruncido, dando toquecitos sobre la pantalla de mi móvil señalándole la hora.

Me senté y pude ver frente a frente a Mina, obviamente con el ceño fruncido y mostrándome su Mobil con la hora, en el cual daba unos golpecitos algo desagradables.
-Lo se, lo se... es que era una mala hora para coger el bus, y me he venido andando, ya te compensare...
Sonreí como solía hacer para tratar de convencerla y una camarera se acerco a mi para preguntarme que deseaba tomar; le indique mi helado favorito y de costumbre "vainilla con galleta de chocolate" tarrina mediana y volví a mirar a mi hermana.
-Apuesto a que te acabas de levantar y estas resacosa..
No hacia falta admirarla demasiado para adivinar aquello, su pelo despeinado y sus ojeras destacaban demasiado. Yo por el contrario había pasado una noche tranquila, después de quedar con mis amigos en la playa había vuelto al hotel, me había duchado y acostado temprano.
-Había pensado que esta noche podríamos ir a Crimson, puedes invitar a Emma, Beth, Jake, y podríamos decírselo a Andrew..
Comenté mientras jugueteaba con una servilleta que había suelta sobre la mesa; suponía que una discoteca no seria del gusto de Jake y que Andrew a lo mejor trabajaba o se montaría alguna excusa, últimamente no salía con nosotras, estaba raro desde la ultima vez que no le veía. A veces pensaba que Mina sabia algo que yo desconocía, pero ya que eran mi hermana y uno de mis mejores amigos podrían ser un poco más considerados y contarme que estaba pasando.